lunes, 9 de julio de 2007

MALL Paseo Tierra
Para saber si lo que vivo y escribo es cierto, hay que tener tiempo, coraje y fe. Y bueno son cuestiones que tengo.
Para esto el sol del invierno siempre es generoso y bondadoso con mis ojos cuando llega el frío a mi ciudad golpeando sin avisar la llegada de un año más.
Escribo estas cosas porque pienso que estamos en distintos pisos de un mismo Mall. Sino, miren y compruébenlo. Hay escaleras mecánicas en todas partes del orbe: Para ir a pagar una cuenta, para tomar el subte, para ir al museo, a un motel o simplemente para subir un cerro.
¿A qué nivel de este Mall Paseo Tierra quiero ir? Pues no lo sé.
Sé que en el primer piso están los humanos con cuerpos dóciles y vivos que viven y trabajan pensando en como salir de este planeta que ya han destruido.
En el piso siguiente, en el de más abajo, están esos otros humanos que no tienen idea que están siendo abandonados por los que están arriba y siguen trabajando para ellos.
Un poco más abajo están otros humanos en el pleno infierno, olvidados por las palabras, rezan para que los de arriba se acuerden de ellos.
Aunque hay en todos los pisos sujetos que venden ideas, cosas, amores, placeres y risas, todavía les sigo comprando. Porque no lo sé. Todos los días se me acercan prometiendo el cambio de pisos a través de hermosas plegarias de oro y plata a cambio de algo nuestro.
Aquí llegamos y vinimos a parar. Cómo llegamos a este lugar, siempre fue un misterio digno de resolver desde que era niño.
Este es nuestro único y hermoso planeta que heredamos, de quién, tal vez de un magnate dueño de la galaxia de al lado que no vio en este planeta un lugar para explotar, y que por tanto llenamos de escaleras mecánicas para todos los gustos.
Aunque en la NASA ya encontraron un planeta igualito al nuestro, qué otra cosa podemos esperar y pensar de nuestra generosa civilización. ¿Pero encontraron un planeta igualito al mundo que veo todos los días, con los mismos amigos y la misma música?. Eso si que no lo creo. Porque si no amas, lo compras. Así somos. Recuérdenlo.

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